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Marcelo Javier Neira Navarro
Vicepresidente, Corporación Cultural EHW
Serie Microhistorias

Emilio Held Winkler

Nació el 17 de julio de 1898 en el lugar denominado Los Bajos, a orillas del Lago Llanquihue, entre las ciudades de Puerto Octay y Frutillar. 

Los Bajos fue un simple caserío fundado por colonos germanos en donde Emilio pasó su niñez y juventud.  Una vez que se casó, Held decidió moverse a una propiedad comprada a su padre en el sector de Coñico, muy cerca de Purranque. 

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En adelante, Held comenzó a explotar su campo.  Y pronto se convirtió en un inquieto empresario.  De este modo se fue constituyendo en gestor de una larga lista de iniciativas y emprendimientos privados y públicos, algunos más exitosos que otros y tanto de manera individual como en sociedad con otros emprendedores. 

De la ciudad de Purranque llegó a ser su primer alcalde.  Y se mantuvo en el cargo por varios periodos. También ocupó el cargo de concejal. Con todo, durante su vida llegó a ser un importante político liberal.  

Familia Held Archivo familiar Martina Held Höchtl

Emilio tuvo una poderosa impronta local como agricultor y empresario.  Pero como militante del partido liberal, también se vinculó a una extensa red de políticos a nivel regional y nacional.  Tal llegó a ser su afán político, que algunos de los contemporáneos llegaron a pensar que Emilio solo era un agricultor con éxitos discretos.  Sin embargo, logró importantes niveles de producción ganadera, lechera, mantequillera y cerealera.  Y, en la zona de Purranque, fue uno de los primeros agricultores en innovar, por ejemplo, llevando un riguroso control de sus planteles de vacunos; también introdujo con éxito nuevas semillas de papas y los cercos eléctricos.  Ciertamente, fue un personaje completamente extraño a su tiempo, principalmente dada la complejidad de su personalidad y la variedad de sus actividades.

Control de vacunos, Archivo familiar Martina Held Höchtl

Escritura de Empresa de Linos Coñico, Archivo familiar Martina Held Höchtl

Semanario “El Progreso, 16 de julio de 1949, pág. 5

En este recorte de la prensa local, aparecen dos de los proyectos emblemáticos en los que trabajo Emilio Held junto a otros destacados vecinos: la Cooperativa Agrícola Purranque Ltda., y su filian el Molino.

Publicidad del flamante Hospital purranquino aparecida en el semanario “El Progreso”, Purranque, 1949

Absolutamente organizado, Emilio se autoasignaba largas horas de trabajo diarias.  Buena parte de su jornada laboral la destinaba efectivamente a la agricultura, ganadería y otros emprendimientos.  Pero todos los días también cumplía horario para lo que verdaderamente le apasionaba.  Regularmente acumuló, clasificó y ordenó documentos, planos, fotografías y cuanta fuente escrita de relevancia pudo considerar. 

Este afán de archivero, entre otros aspectos, le permitió escribir una gran cantidad de notas, artículos y 10 libros relacionados a la inmigración germana a la zona sur de Chile.  Es cierto, algunos de ellos son compilatorios.  Pero muchos de ellos valiosamente descriptivos.  Junto a la recopilación de documentos referidos al proceso de colonización germana en la región, también se dedicó a recoger información de los procesos de desarrollos locales de Purranque, Río Negro, Puerto Octay y Corte Alto, principalmente.  Esta característica de documentalista es la más sobresaliente en la vida de Emilio. 

Liquidación de envíos de mantequilla a Santiago, Archivo familiar Martina Held Höchtl

Parte del plantel lechero, Archivo familiar Martina Held Höchtl

Al final, sintiendo el peso de los años, Held intentó dejar su legado documental en la ciudad de Purranque.  El lugar escogido por la municipalidad y por el propio Emilio fue una hermosa casa purranquina conocida como la casa de “Las palomas” que en ese momento se encontraba desocupada.  Víctor Álvarez junto a su esposa Juana Rosas, son los actuales ocupantes. Es probable que el responsable de su construcción fuera un arquitecto francés y es muy posible también que el modelo de la casa haya sido una réplica de algún chalet europeo. El apodo de “Casa de las palomas”, obedece simplemente a que durante la década de los 80, se quebró un ventanal del tercer piso, las palomas entraron y se quedaron. Otra parte de la historia de la casa, se desarrolla durante la segunda mitad del siglo XX. En vida, Emilio Held habría donado su inestimable archivo documental, con la condición que se instalará en un recinto seguro frente a terremotos, incendios e inundaciones. La Municipalidad intentó comprarla. Pero, la negativa de Bienes Nacionales frustró el proyecto. Pero puede que el propio Emilio también haya desistido. Luego de esto, los actuales moradores repararon la casa y aun viven en ella (Marcelo Neira Navarro, Ruta de la arquitectura patrimonial de Purranque, Editorial grafitti, Purranque, 2017, pág. 78).

Sin embargo, criterios de seguridad hicieron que el Ministerio de Bienes Nacionales rechazara el proyecto.  La casa de las palomas es un edificio enteramente construido en madera y data del año 1918.

De este modo, Held buscó un convenio con el Archivo municipal de Osorno y allí dejó una parte de la documentación.

Posteriormente, la Liga Chileno alemana hace una propuesta que Held no puede negar.  El proyecto consistió en construir un edificio al interior del Club Manquehue en la ciudad de Santiago, e instalar allí la “Biblioteca y Archivo Emilio Held Winkler”.  En la actualidad allí se depositan los más de 50.000 documentos que Held logró reunir durante toda su vida.

Coro Sing Kreis

Emilio fue alcalde de la Municipalidad de Purranque a partir de 6 de abril de 1941.  Desde el 2 de abril de 1944, fue regidor; a partir del 6 de abril de 1947, nuevamente fue regidor; a partir del 2 de abril de 1950, se alzó nuevamente como alcalde; desde el 18 de mayo de 1953, nuevamente volvió a ser regidor y a partir del 1° de abril de 1956, nuevamente fue alcalde (Detalle reconstruido gracias a Certificados de la Municipalidad de Río Negro). 

Teniendo en consideración el ejercicio de los cargos políticos, a partir del año 1941 Emilio había apoyado a un coro local, para que realizaran un viaje anual a Alemania. El “Sing kreis” estaba compuesto por descendientes de alemanes de toda la zona de Purranque, desde luego incluido Fresia, Corte Alto y Osorno.

En años sucesivos, Emilio organizó cada uno de los viajes de Sing Kreis que duraban casi tres meses.  Hacia el año 1951, planificó participar en alguno de estos.  Proyecto que pudo concretar en el viaje del año 1952.  El pasaporte que Emilio utilizó en el viaje fue extendido con fecha de 10 de septiembre de ese año 52, de modo que su participación fue un acto bien planificado.

En enero de 1953, viviendo sus últimos meses de alcalde de ese periodo, Emilio decide pedir vacaciones en la municipalidad.  Fue subrogado por Luis Alberto Guzman.  Dada la duración del viaje, tampoco vuelvo inmediatamente al cargo de regidor.  Las elecciones municipales para un nuevo período se produjeron el domingo 1° de marzo de ese año 53.  Y Emilio pierde la alcaldía de manera ostensible frente a su hermano Carlos.  De hecho, cuando se produce la constitución del nuevo Concejo, el 18 de mayo de 1953, Emilio no se encontraba en Chile.  Y hacía dos días que había entrado a Italia con María Höchtl y un amigo de ella como se verá. 

Dicho de distinta manera, aunque Emilio gozaba del cargo de alcalde y aun cuando su esposa Erna estaba enferma y desahuciada, decide acompañar al coro a Alemania.  Un plan que venía pensando desde hacían años.

El grupo de unas 80 personas se embarcaron desde Puerto Montt en marzo del año 1953.  Como en todas las oportunidades anteriores, Emilio nuevamente trazó el itinerario para el coro, incluso, programó un tour a Italia para él mismo.

La delegación llegó a Hamburgo donde “Sing Kreis” tiene la primera presentación. El recorrido se realizó como siempre de norte a sur, a partir precisamente de Hamburgo.  La modalidad establecida por Emilio fue que él debía anticipar la delegación una o dos semana, concurriendo a una radio local, acompañado normalmente del alcalde de la ciudad u otra autoridad, con el objetivo de publicitar la noticia de la pronta llegada del coro.  El objetivo era que las familias alemanas, al tiempo de concurrir a la presentación, accedieran también a alojar a los chilenos descendientes de alemanes.

Parte del conjunto Sing Kreis en Alemania, 1953. Archivo familiar de Cristine Held Hölchl

De acuerdo al relato de su hija Cristine, Emilio habría señalado que, al cabo de un mes en Alemania, llegan a Nuremberg como antesala a München (Entrevista a Cristine Held Höchl, Puerto Varas, 16 de noviembre de 2018).

Maria Höchtl Ranzinguer

Una viuda de 34 años con dos hijos, se encontraba en su departamento en München.  Escuchando el receptor de radio, se enteró de la próxima visita del coro “Sing kreis”.  También se informó de la necesidad de alojar a alguno de sus integrantes.  Por un par de horas se distrae.  Y cuando al fin se decide, va a la radio para ofrecer posibilidades de alojo.  Allí le informan que solo queda por ubicar a un señor mayor.  Ella titubea.  Señala que dada su calidad de viuda y la presencia de sus dos hijos, había pensado más bien en una o dos señoritas.  Pero luego de un par de segundos, acepta al alojado.  El “señor mayor” era Emilio. Y ella, María Höchtl Ranzinger.  En la oportunidad, el acuerdo de permanencia fue por una semana.

Maria Höchtl Ranzinguer, Archivo familiar de Cristine Held Höchtl

Durante esa semana, la relación de María con Emilio habría sido muy cordial y llena del más profundo respeto.  En los tiempos libres Emilio, María y sus dos hijos, Wernard y Rudy de 12 y 14 respectivamente, incluso pudieron salir en improvisados tours urbanos por München y sus alrededores[1]. En medio de todas las conversaciones, ella relató un viaje en bicicleta por Italia y seguramente este fue un detalle que Emilio no dejó pasar.,

María había sido casada originalmente con Wernard Gravenhorst.  Un militar de elite del ejército alemán.  Como “tirador escogido”, sin embargo, había desobedecido la orden de “tirar a matar” en una campaña y fue degradado a simple tropa de infantería.  En esa condición encuentra la muerte en el año 1945, en una Campaña en el norte de Alemania, en lo que había sido el territorio de Prusia.  

El itinerario del coro se cumple con pleno éxito.  La delegación debe regresar al puerto de Hamburgo y se embarca para volver a Chile.  Emilio, sin embargo, se queda.  Ya que su plan igualmente contemplaba un tour por Italia.  Horas antes de comenzar con este nuevo recorrido, sin embargo, Emilio vuelve de manera sorpresiva a casa de María. Toca el timbre.  La puerta se abre desde dentro y ante el asombro de María, nuevamente aparece Emilio, quien explica que ya fuera de la gira del coro, él había decidido con mucha antelación contratar un tour por Italia.

Emilio ofreció a María que fuera la guía de la ruta italiana.  También ofrece pagar todos los gastos.  Ella titubea.  Pero al fin acepta con la condición de invitar a un amigo de infancia y socio de un negocio de insumos de costuras que ambos mantenían en München. Tras dejar a sus hijos con unos parientes, María, su amigo y Emilio emprenden viaje y entran a Italia el día 16 de mayo de 1953.

Marí y Emilio en Italia, Archivo familiar de Cristine Held Höchtl

Luego de tres meses por Europa, Emilio llega nuevamente a Coñico.  La recepción de su entorno familiar no fue grata.  Algunos parientes y amigos sancionaron a Emilio, principalmente por lo extenso de su ausencia y por el estado de la enfermedad de Erna, cuyo estado había empeorado.

Tras un año, en marzo de 1954, Erna finalmente muere.  En los dos años siguientes, Emilio siente que a los 58 años está fuerte, física y emocionalmente.  Y pronto comenzó a buscar nueva compañera. Necesito “formar otra familia”, repetía insistentemente.  A mis chicos he dado estudios. Todos están casados.  Por lo tanto, decía, voy a buscarme una mujer. Y en su imaginario, comenzó a aparecer la posibilidad de volver a Alemania (Entrevista a Irmgard Held, enero de 2018).  Incluso, como parte de este proceso personal, Emilio comenzó a valorar el contacto con María.  Pero igualmente pensaba que era muy joven.  Aunque podía darle hijos.  Era linda. Y educada.  Al final, le escribe.  Fue una carta cordial.  Pero también muy directa.  Luego del saludo de rigor, sin más preámbulo, Emilio ofrece a María venirse a Chile con sus dos hijos.  Pagaría todos los costos del viaje hasta Buenos Aires.  Desde allí a Santiago y finalmente a Coñico.  Emilio esperó la respuesta.

María recibió la carta en München, como tantas.  Pero el contenido de esta provocaría la mayor sorpresa de todas.  Y sin embargo quedó pensando.  Lo conversó con sus dos hijos, quienes aceptaron la idea sin contratiempo imaginando inmediatamente las mejores condiciones en Chile.

Para asegurar una respuesta positiva de parte de María, Emilio incorporó una serie de condiciones que hicieran más atractivo el plan.  La experiencia, de acuerdo a Emilio, debía ser solo una prueba que se extendería a seis meses.  Al cabo de los cuales, si María no quedaba conforme, podría regresar a Alemania. 

María estuvo pensando y evaluando las alternativas de la propuesta durante dos semanas.  Finalmente aceptó.

El barco llegó sin novedad a Buenos Aires el día 28 de diciembre de 1955.  Ya en la recepción de pasajeros, María busca a Emilio y no lo encuentra.  Según el relato dejado a Cristine, María tuvo que realizar un enorme esfuerzo para reconocer a un envejecido Emilio. Cuando se encuentran finalmente, ella muy directa le pregunta, ¿qué pasó?  Y agregó-, eres otro.  Emilio debe reconocer que tiene úlceras.

Es posible que cierto desgaste en materia de actividad política lo haya afectado.  Pero Emilio también estaba teniendo algunos problemas familiares.  Ambos aspectos debieron ser los responsables de tal estado de deterioro. Llevaba casi 30 años practicando la política y ciertamente tenía enemigos que lo combatían en forma permanente.  A todo eso, se agregaba el abierto y unánime rechazo familiar por la “exótica” idea de casarse.  Quizá esta última haya sido la razón más importante, ya que repercutía sobre la herencia.  Emilio terminó entregando a su descendencia parte de su patrimonio.  Para ser rigurosos, entregó la parte de la herencia de Erna.  Las tres hijas del primer matrimonio que ya estaban casadas, recibieron tierras, animales vacunos, y todos los enceres de la casa en que vivía.  La pequeña dimensión de los terrenos resultantes y la escasez de capital no permitieron reponer el nivel de productividad previo a esta decisión. 

Rumbo a Buenos Aires, Emilio se detuvo por una noche en Santiago, en donde realizó sucesivas llamadas telefónicas a ciertos amigos purranquinos.  En ellas dejó deslizar que iba al encuentro de María, “su nueva mujer”.  Esta noticia se convertirá en un verdadero “reguero de pólvora”.

El 31 de diciembre de 1955, Emilio, María y sus hijos cruzaron por “policía internacional” del Aeropuerto Los Cerrillos.  Mientras tanto, la curiosidad provinciana se había desplegado completamente en Purranque. El tren en que viajaban Emilio, María y sus dos hijos fue esperado por una verdadera multitud en la Estación de Corte Alto.  Cuando el tren se detiene y Emilio pisa el andén, sin control de la situación realiza un aparatoso gesto para acallar los aplausos.  A “voz en cuello”, señaló, “Estimados amigos…les presento a mi nueva mujer”. La audiencia espontáneamente que quedó muda.  Desde las escalinatas aparece la hermosa y joven mujer de 36 años. María, por su parte, no entiende lo que pasa.  No habla español.  Solo atinó a levantar la mano para saludar tímidamente y alcanzó a dibujar una sonrisa nerviosa.  Luego de unos segundos, los aplausos vuelven espontáneamente.  El momento vivido, una especie de tragedia cómica, solamente se supera cuando todos abordan el auto en silencio con rumbo a la casa de Emilio en Coñico. Claro, tras una dura, aunque amable reprimenda de María.

Al incómodo momento vivido en la Estación de ferrocarriles, se unió la sorpresa del pésimo estado de camino de Coñico.  Pero cuando María cruza la puerta de la casa de Emilio, comprueba el lamentable estado del lugar.  Escasos muebles. Cortinas derruidas. Ausencia de elementos esenciales. Emilio debe confesar que el proceso de distribución de la herencia, también había involucrado enceres domésticos.

El estado material en que había caído Emilio era de franca decadencia.  Y aunque se comprometió a recuperar todo, su situación económica ya nunca volvió a ser lo mismo.  Fueron años de muchas complicaciones.

Pese a todas las sorpresas y dificultades, María se compromete a realizar sus mejores esfuerzos durante los “meses de prueba”.  Y según reconoció posteriormente, eso incluyó “sanar” a Emilio y mejorar su deteriorado aspecto.

Epílogo

A la vuelta de seis meses, ya se observaban notables cambios que iban desde el ambiente familiar, pisos relucientes, hasta un Emilio repuesto a costa de aguas de yerbas, extraordinarias y especiales comidas y, por cierto, el abundante cariño y un firme pero amable carácter de María que era matizado con un delicado sentido del humor.

¡Me quedo!  Esa fue la sentencia de María cuando se sentaron con Emilio a evaluar la experiencia de lo que llevaban viviendo juntos.  Seguramente ayudaron el amor que Emilio sentía por ella.  Y de acuerdo a alguna confesión de la propia María, le resultaba particularmente atractiva la impresionante estatura cultural o la superabundante energía de Emilio para realizar distintos tipos de trabajos, incluido su caudal amoroso (Entrevista a Cristine Held Höchtl, enero de 2019).

Certificado de María, Archivo familiar de Cristine Held Höchtl

Familia Held Höchtl, Archivo familiar Martina Held Höchtl

En lo que respecta al Coro, aunque luego de su regreso de Alemania siguió funcionando por un tiempo, dejó de existir en una fecha que no se puede precisar todavía. 

Finalmente, se puede señalar que María, al igual que Erna, fue un excelente complemento en la vida que desarrollaba Emilio.  Trabajadora inagotable y conductora de todas las expresiones de la vida doméstica y familiar.  Falleció en Puerto Varas el 26 de mayo de 1993.  Emilio también fallece en Puerto Varas el 7 julio 1996 y fue sepultado en Purranque.