Por Marcelo Javier Neira Navarro
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El 17 de julio de 2020, se cumplen 122 años del nacimiento de Emilio Held Winkler. Tradicionalmente se le ha honrado y recordado como el más grande documentalista e historiador de la colonización germana de Valdivia al sur o el primer alcalde de Purranque. Estos antecedentes son valiosos. Pero no son los únicos. La figura de Held, definitivamente es una personalidad enormemente variada y llamativa.
Held supo mantener un notable equilibrio entre el hombre de actividades privadas y el hombre público. Fue un productor agrícola relativamente exitoso, inversionista e impulsor de empresas productivas como la Cooperativa Agrícola Purranque, una fábrica de lino, varios molinos para el procesamiento de granos y un matadero. Pero también logró convertirse en un sobresaliente gestor de innumerables proyectos de desarrollo para la zona de Purranque. En materia de conectividad, destaca su impulso a la construcción de caminos. Mientras que en materia de desarrollo institucional, el rol de Held fue definitivamente sobresaliente, por ejemplo, en el cambio de estatus de Purranque que pudo pasar de subdelegación a Comuna. Otro aspecto también destacado, fue la propia formalización de la Municipalidad. Y por si fuera poco, Held apoyó la creación de proyectos privados con impacto social, ayudando a la creación del primer hospital privado de Purranque, famoso por la calidad y excelencia del servicio aportado no solo a la población de Purranque, también para buena parte de la región sur austral.
En fin, Held fue un notable hombre público. Desde luego fue el primer alcalde de Purranque. Y amparado en su militancia en el Partido Liberal, logró convertirse en un brillante operador político local, provincial, regional y nacional.
El poblado de Purranque nace en 1910 por la sola iniciativa de Tomás Burgos, quien parece prever que el paso de la línea férrea podría garantizar el desarrollo de un proyecto urbano.
En sus primeros años “Estación Purranquil” carece de autoridades y de aparato administrativo. A partir de 1935, Domingo Arriagada fue el primer representante de Purranque ante el Concejo Municipal de Río Negro. Luego vendría el Regidor Cerro y Emilio Held, ambos a partir de 1938.
Como cualquier poblado que comienza, Purranque tenía muchos problemas. En palabras de Held, el atraso de Purranque quedaba retratado en el hecho que en «…algunas calles se tendían planchados de madera y las veredas tiradas con tablones para poder transitar los peatones en tiempo e invierno”; pero también en el hecho que las escuelas, “…funcionaban en locales improvisados e insalubres…de un vergonzoso estado” o en el hecho que, más abundante “…eran las cantinas y locales de expendio (s) de licores…[con las consiguientes]…riñas callejeras y toda clase de maldades”.
La razón de todo esto, señalaba Held, era que el regidor Arriagada nunca pudo obtener de Río Negro los “…fondos recaudados por concepto de contribuciones que venían precisamente de la región de Purranque…” (Emilio Held, Algunas de mis actuaciones por la Comuna de Purranque, manuscrito inédito, Familia Held).
Decidido a cambiar ese deplorable estado de cosas, Held decide entrar a la arena política militando en el partido Liberal. Y lo hace de una forma muy creativa. Para mi gusto, por medio de una verdadera sinfonía en cuatro movimientos.
Primer movimiento
Ante el abandono de Purranque, en 1938 un grupo de vecinos habría solicitado a Held su postulación al cargo de Regidor representante de Purranque ante el Concejo municipal de la ciudad de Río Negro. Con tal propósito y acompañado de Guillermo Klocker, solicitó una reunión a conocidos políticos radicales rionegrinos.
El encuentro se concretó en el Hotel Wunderlich, que luego habría desaparecido con el terremoto de 1960. De acuerdo a Held, “…nos reunimos en el Hotel Wunderlich con Carlos Alt, David Martínez, Alfonso Buschmann, Antonio Gonzalez y varios otros, que eran todos del partido radical” (Emilio Held W.).
En la oportunidad, Held ofreció configurar una lista unitaria entre liberales y radicales. Pero los rionegrinos rechazaron categóricamente la propuesta. Habrían manifestado que tenían la lista completa. Y no había cabida para otro candidato.
Segundo movimiento
Held había previsto la posibilidad del rechazo rionegrino. Después de todo, de acuerdo opinaba Emilio, la experiencia ya había demostrado que el Regidor purranquino Arriagada, siempre había sido víctima de burlas y presiones de los rionegrinos durante todo su período. Todo se complicaba, además, porque era evidente el dominio de los radicales en Río Negro; a diferencia que en Purranque parecían existir más liberales.
Teniendo en cuenta todas estas razones, Held y su amigo Guillermo Klocker, habían organizado una reunión paralela a la que tenía lugar en el Hotel Wunderlich. A un par de cuadras, en casa del vecino rionegrino Aquiles Villalobos, un grupo de personas esperaban ansiosos el rechazo o aprobación de la lista unitaria que proponía Held.
Pero Emilio manejaba información de que existía cierto malestar en las filas del Partido radical rionegrino. Había un problema entre los radicales de mayor edad y los más jóvenes. Hoy diríamos que existía un “problema generacional”. Y Emilio supo aprovechar la oportunidad.
En efecto, en Río Negro había un grupo de radicales muy cohesionados. Aunque todos mayores. Y la juventud de ese partido, mostraba razones para estar descontentos. Entre ambos grupos, existían intereses distintos. Además, los jóvenes políticos radicales rionegrinos eran liderados por Adolfo Santibañez, quien era rechazado por los radicales de más edad.
Una vez que Held y Klocker salieron del Hotel, se dirigieron de inmediato al domicilio de Villalobos donde eran esperados con impaciencia por un número de liberales purranquinos y jóvenes radicales rionegrinos. Entre otros, se encontraban allí Fernando Hubach y Alfredo y Alberto Schwalm. Emilio pudo informar a los concurrentes el rechazo al proyecto de lista unitaria. Inmediatamente propuso levantar una compuesta por 5 candidatos: 2 ó 3 liberales de Purranque y 2 ó 3 representantes de los jóvenes radicales rionegrinos. Hubach sería el presidente de la campaña de la nueva alianza.
Los acuerdos fluyeron y los candidatos a regidores fueron Adolfo Santibañez, un representante de la juventud y uno de Riachuelo del Partido Radical. Mientras que por los liberales purranquinos, fueron nominados el propio Emilio Held y Manuel Cerro.
Al final del día, Held y Klocker, viajaron en tren de regreso a Purranque. En el camino analizaron la situación y la estructura de la lista. Y muy pronto cayeron en cuenta que no les favorecía o que al menos podían mejorarla sustantivamente. Según dejó relatado Held,
“…llamé en la tarde por teléfono a don Fernando Hubach, [dicendo] que nosotros no estábamos muy de acuerdo con la composición de la lista y consultados algunos vecinos de Purranque, propuse el cambio en la siguiente forma: 1.- Emilio Held, 2.- Manuel Cerro, 3.- Adolfo Santibañez [que, por lo demás] salía solo y le sobraban votos, no influía en su elección…”.
(Emilio Held, Algunas de mis actuaciones por la Comuna de Purranque, manuscrito inédito, Familia Held)
Tercer movimiento
La elección para alcalde y regidores se desarrollarían el 3 de abril de 1938. Mientras llegaba la fecha, Held preparó en silencio un nuevo y meticuloso plan. En su aspecto más relevante, la idea fue convocar a la mayor cantidad de electores purranquinos a votar. De hecho, en Purranque se realizó una intensa campaña, tanto en la villa misma como en los campos circundantes.
Pero Held todavía tenía la dificultad del traslado de los electores desde Purranque a Río Negro, ya que las mesas para sufragar se encontraban precisamente en esta última ciudad. Con el objeto de garantizar que los purranquinos llegaran a emitir su voto, un grupo de liberales liderados por Held arrendó un tren para el día de las votaciones.
Cuarto movimiento
No quedaba más que el esperar que llegara el día 3 de abril y verificar el desenlace de la votación. A propósito, Held supo de una enorme tensión política en Río Negro. Intuyó que eso se podría traducir en un posible intento del acostumbrado cohecho o incluso en peleas o disturbios callejeros entre electores de ambos pueblos. A juicio de Held, el sitio crítico debía ser la llegada del tren cargado de electores purranquinos.
En efecto, el día indicado, el tren sale repleto desde Purranque a Río Negro. Pero en el camino, Emilio decidió detener la máquina. Y de este modo, por lo menos un kilómetro al sur antes de la estación hizo detener el tren. Aprovechando la existencia de un “paso a nivel” que todavía conecta con la Calle José Miguel Alderete, frente a la casa de Emilio Hitschfeld, Held hace bajar a todos los votantes. Este acto, en efecto, permitió que los purranquinos llegaran sin ningún problema al centro de votaciones, donde pudieron ejercer su voto sin ningún problema.
La operación de Held había sido un completo éxito. y efectivamente evitó que los electores purranquinos se juntaran con la enorme cantidad de público apostado en los andenes de la estación de ferrocarriles. Un público, por lo demás, efectivamente dispuesto a entorpecer de distinta manera la llegada de los vecinos del sur.
El tren llegó vacío a la Estación de Río Negro. Y en el acto, el público que esperaba pasó de la sorpresa a la incredulidad. Sorpresa que todavía sería mayúscula cuando al final del mismo día se contaran los votos.
La lista ganadora fue la que encabezaba Held. Que por poco saca cuatro regidores. Santibañez resultó el flamante Alcalde. El primer regidor electo fue Cerro. Y el segundo el propio Held. Mientras que el Partido radical local se adjudicó a Carlos Alt como el tercer regidor y David Martinez como el cuarto de ellos.
De este modo, el 15 de mayo del año 1938, a partir a partir de las 14.00 hrs., el nuevo Concejo electo juraba en el salón de reuniones de la Municipalidad de Río Negro. La elección de Alcalde recayó en Santibañez con tres votos a favor y dos en blanco. Así, comenzaba la carrera política de Emilio Held Winkler.
Luego, Emilio sería reelegido durante tres años consecutivos en el cargo de Regidor. Y si bien su presencia en el Concejo de la Municipalidad de Río Negro fue de aprendizaje, igualmente estuvo matizada de momentos complejos.
Según el propio Emilio, la presencia de purranquinos ante el Concejo municipal de Río negro nunca resultó provechosa. Los rionegrinos no se interesaban por ningún adelanto para Purranque. Por lo demás, “…las sesiones fueron siempre muy agitadas, muchas veces de muy mal gusto y de alegatos inútiles”. Esta impresión de Held, se configuró desde el primer Concejo que le tocó asistir. Según observó, tiempo después,
“Las primeras sesiones fueron muy agitadas, el secretario, que era don Arturo Acuña, tomaba la palabra en cualquier momento y pretendía dirigir las sesiones a su gusto. Se produjeron situaciones desagradables, lamentablemente a los pocos meses se suicidó”.
(Emilio Held, Recuerdos, Coñico, 1994, Documento inédito)
El lamentable desaparecimiento de Acuña, sin embargo, no cambió la compleja dinámica del Concejo municipal rionegrino. El regidor radical David Martinez, que aparentemente nunca había superado la derrota electoral, progresivamente fue asumiendo cierto liderazgo negativo ante el Concejo.
De acuerdo al propio Held, Martinez dificultaba las sesiones por medio de alegatos inútiles y poco edificantes. En todo caso, el trato con Held no debió haber sido nada fácil, dada la capacidad argumentativa del purranquino.
Durante algunos meses el Concejo municipal funcionó con ciertas tensiones. De pronto, Held recibe un llamado telefónico en su casa. Era el propio Alcalde Santibañez. En la oportunidad la autoridad le informó que la sesión del Concejo del día siguiente no se realizaría hasta en una semana más. Además, Santibañez insistió a Emilio que debía viajar a caballo y no en tren como acostumbraba. La razón de aquella extraña solicitud fue recibida con sorpresa por Emilio. Y sólo muchos años después, el propio Held confesaría que, en aquella conversación telefónica, el Alcalde:
“…me contó que David Martinez en aquel día que yo iba a llegar en tren, había reunido en Rio Negro a los lustrabotas y otra juventud a los que aperó con tarros, pitos y bombos para encontrarme con esta banda en la estación.
“Pero con el aviso que me dió el Alcalde…este recibimiento fracasó y Martinez se expuso a varias burlas y risas quedando harto dolorido.
“En la próxima sesión, como quedó convenido, llegué a caballo y Martinez volvió con alegatos inútiles y hasta provocativos. En uno de estos alegatos le propuse de organizar una banda de músicos formada por los lustrabotas, para satisfacer sus ideales musicales y para hacer más interesante las sesiones con música que tanto le agradaba. Desde ese día terminaron todas estas inútiles sesiones”.
(Emilio Held, Recuerdos, Coñico, 1994, Documento inédito)
En adelante, Held se esmeró en conseguir estatus de comuna y un municipio para Purranque. Conseguidas, se organiza la campaña para elegir alcalde y regidores. En esta contienda, Held obtiene un amplio triunfo. La elección para el Concejo de la nueva Municipalidad de Purranque se efectuó el 6 de abril de 1941. El 18 de mayo del mismo año, los regidores Guillermo Schilling, Domingo Arriagada, Orlando Montecino, Vicente Rodriguez y el propio Held realizan el juramento de rigor. Reunidos en la gran sala de la Cruz Roja, Held fue elegido Alcalde con cuatro votos y uno en blanco.
De este modo, Held ha ingresado completamente a la política, en la que se mantendrá por más de 20 años, sirviendo en varias oportunidades como alcalde o regidor.